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miércoles, 18 de julio de 2012

1946 Justo García de Vicuña


"...Me congratula pues, daros la bienvenida y las gracias, por acudir a la cita precisamente aquí, en este rincón de Anguciana, tan lleno de recuerdos para todos. Fue aquí, al pie de este viejo Castillo (siendo D. Blas Santacruz, alcalde regidor de la Villa), hace ya muuuuchos años, cuando bajo la batuta de los PP. Juan Santamaría, Francisco Urrózola, David Alday y Guillermo Manero, (1.946, en mi caso, años después para muchos de vosotros), comenzó la tarea de desbrozar costumbres y pulir nuestro vocabulario, mientras aprendíamos a declinar: “musa-musae”, y nos creíamos discípulos aventajados de Virgilio, porque ya sabíamos traducir: “capra herbam vorat”

Haciendo el Análisis gramatical como nos pediría el P. Carlos Cuñado, vemos que se trata de una Oración regular transitiva de la 1ª Conjugación: Sujeto: ¿quién come?; la cabra, nominativo singular femenino. Verbo: Presente Indicativo 3ª persona de singular. Complemento directo: ¿qué come?; hierba, acusativo singular femenino. ¿ Estáis de acuerdo? …, pues aprobados todos. 

Otra cosa sería, si tomamos una oración reflexiva como:”Manduco me, flumen de te”, que, sin alusiones, y como bien sabéis, tiene una traducción figurada.

Bueno, era  esta una nota de humor para romper tanta seriedad, así que continúo.

¡Colegio de Anguciana, 70 años atrás!, … ¡Cuantas ilusiones en nuestras mentes infantiles; cuantas expectativas en nuestras familias, que quedaban allá en el pueblo, acariciando la idea de un hijo camino de conquistar América !

Recuerdos, vivencias, lugares ..., tan lejanos, y a la vez tan vivos, que en ningún caso deben pesar, porque:  El ayer, es un sueño ya pasado; el mañana,  una ilusión incierta; el hoy, el presente, el que tenemos en las manos, es la realidad que de cada ayer, debe forjar un recuerdo feliz, sin  pesadumbres; y de cada mañana, una visión de esperanza en que no haya nostalgias, por objetivos que no llegaron a plenitud.


Bien, lamentando ausencias inevitables, y relegando añoranzas para otro momento, dejemos aflorar las emociones, con el deseo de que la velada resulte grata, y que la despedida de la tarde sea continuación de la amistad que nos ha convocado.    

Anguciana, 16 de Junio 2012

                                                                                                          Justo García de Vicuña